Francisco de Goya fue uno de los pintores más célebres que ha dado el arte español. Precursor del impresionismo y padre del arte moderno, su vida artística estuvo marcada por el conocimiento pictórico de varios estilos diferenciados que marcaron al autor durante toda su carrera. Goya nació en el 30 de marzo de 1746, en Fuendetodos, municipio que pertenece a la provincia de Zaragoza. Curso desde pequeño estudios de arte y fue a parar a Roma para mejorar sus habilidades. Dichas habilidades le valieron para que en 1770 comenzara a trabajar para la corte real española. Fue un tiempo en el que Goya gozó de gran reputación y retrató a la familia real, nobles y demás parientes de la alta sociedad de la época, donde fue famoso por su maestría en el retrato. Su estilo era muy personal y original, siempre presente el naturalismo y reflejos de la sociedad en la que vivía, a la que duramente criticó a través de algunas de sus obras más conocidas. Cuando el clima político fue tenso en España, en 1824 se exilió voluntariamente a Burdeos, donde pensó, estaría más cómodo. Sordo y con problemas de salud, Goya no dejó de pintar hasta el día de su muerte, realizando retratos de amigos exiliados. Moriría en la ciudad francesa en 1828.